Dile que no estoy

El libro "Dile que no estoy" de Alejandra Costamagna ha recibido críticas positivas en general. La obra ha sido elogiada por su capacidad para retratar el cambio de Chile y la evolución de la lengua chilena a lo largo de varias décadas, abarcando los años ochenta, noventa y dos mil.

Uno de los aspectos destacados es la habilidad de Costamagna para plasmar las promesas incumplidas y los traumas que marcaron a esa generación en particular. A través de la historia de Lautaro, un aspirante a pianista que se siente cada vez más distante de su familia, su historia y su país, se exploran temas como la identidad, el desarraigo y la búsqueda de sentido en un contexto de cambios sociales y políticos.

La narrativa de Costamagna ha sido elogiada por su estilo evocador y su capacidad para capturar la atmósfera de los lugares que describen, como las calles de Santiago y Calbuco, así como los bares y discotecas que Lautaro frecuenta. Se destaca también la sensibilidad con la que aborda las emociones y los conflictos internos de sus personajes, lo que brinda una experiencia de lectura rica y profunda.