Balada del Basilisco

A Roberto Cubillas y Alberto Pez les apasiona el Bolero, aunque no tanto como el Jazz y un poco menos que el Tango. Pero lo que realmente los fascina son los monstruos, especialmente los fantasmas, espantajos y aparecidos que habitan el folclore de su país. Desde Mulas Ánimas hasta Lobizones, Chanchas con Cadenas, Chanchos Negros, Culebrones y Pericanas. Incluso los Basiliscos, de los cuales Cubillas dibujó uno que resultó ser precioso, según le comentó a Pez una noche de viernes bajo la luna llena. Cubillas tenía orejas puntiagudas y colmillos generosos.

En ese momento, Cubillas le pidió a Pez que le pusiera letra al Basilisco. Y así nació la Balada del Basilisco, una obra maestra del absurdo que solo le faltaba la música... en ritmo de Bolero, por supuesto. Los dos amigos aceptaron encantados el desafío de dar vida a esta creación peculiar y juntos crearon una pieza única que combinaba la voz de Jorge Negrete, la mirada de Cuco Sánchez y el andar de Chabela Vargas. Era una balada llena de encanto y extravagancia que solo esperaba encontrar la música adecuada para complementarla.