El 14 de septiembre de 1928, Santiago vio nacer a una mente inquisitiva y visionaria, Humberto Augusto Gastón Maturana Romesín. Su nombre resonaría en la historia como biólogo, filósofo y escritor chileno, dejando una huella profunda en la comprensión de la vida y la conciencia. A través de su prolífica carrera y profunda reflexión, Humberto Maturana abrió nuevas fronteras en la ciencia y en la forma en que vemos el mundo que nos rodea.
Los Cimientos de una Carrera Notable
El recorrido de Humberto Maturana comenzó en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde entre 1958 y 1960 labró los primeros pasos de su camino científico. En colaboración con Francisco Varela, un alumno que se convertiría en su colaborador, Maturana desarrolló el concepto innovador de la autopoiesis. Plasmado en su obra "De máquinas y seres vivos" (1972), este concepto destila la esencia de la organización interna de los sistemas vivos, donde los componentes se autogeneran en una red cerrada.
En el corazón de su pensamiento se encuentra la "biología del conocer", una disciplina que explora el funcionamiento de los seres vivos como sistemas cerrados y determinados por su propia estructura. Maturana trajo a la luz la interacción profunda entre la biología y la percepción, desafiando las nociones convencionales de realidad objetiva. Cambió la pregunta por el "ser" por la pregunta por el "hacer", desentrañando cómo los seres humanos interactúan con el mundo y cómo el lenguaje influye en esta interacción.
El Telar de su Vida
Criado por su madre, Olga Romesín, y con la ausencia de su padre desde temprana edad, Maturana encontró en su familia una fuente de inspiración. Su madre le inculcó valores de igualdad y habilidades cotidianas que desafiaban los roles de género tradicionales. Su interés en la biología y la vida se manifestó desde joven, y un evento trascendental, la visita a un barrio empobrecido, despertó su compromiso con la justicia y la igualdad social.
Sus estudios médicos lo llevaron a Londres, donde desarrolló su pasión por la anatomía y la neurofisiología. A pesar de una batalla con la tuberculosis pulmonar, Maturana mantuvo un espíritu inquisitivo, inmerso en lecturas que desafiaban las restricciones de su salud. En el hospital, experimentó la transformación de la identidad a través de nombres alternativos, una metáfora de su habilidad para explorar múltiples perspectivas.
El Legado Permanente
Humberto Maturana dejó un legado que trasciende su tiempo en la Tierra. Sus contribuciones a la ciencia y la filosofía desafiaron paradigmas establecidos, redefiniendo cómo comprendemos la vida, la cognición y la realidad. Sus escritos y enseñanzas siguen inspirando a científicos, filósofos y pensadores de todas las disciplinas.
En su fallecimiento el 6 de mayo de 2021, Maturana dejó un vacío en el mundo de la investigación y el pensamiento. Sin embargo, su legado sigue vivo en las mentes y corazones de aquellos que buscan comprender el tejido profundo de la existencia y la naturaleza de la percepción humana. Su nombre resonará como un faro de sabiduría y cambio, guiando a futuras generaciones hacia una comprensión más profunda y auténtica del mundo que habitamos.