Jack London, cuyo nombre de nacimiento posiblemente fuera John Griffith Chaney, nació en San Francisco el 12 de enero de 1876 y falleció en Glen Ellen el 22 de noviembre de 1916. Este prolífico escritor estadounidense dejó una huella imborrable en la literatura, especialmente con obras notables como "Colmillo Blanco" y "La llamada de lo salvaje", además de una serie de novelas y cuentos que cautivaron a lectores de todo el mundo.
Sin embargo, la vida de Jack London estuvo envuelta en misterio desde sus primeros días. Los antecedentes personales del autor han sido objeto de debate y especulación a lo largo de los años. Clarice Stasz y otros biógrafos plantean una teoría intrigante sobre la paternidad de London, sugiriendo que su padre biológico podría haber sido el astrólogo William Chaney. Este último era una figura destacada en el mundo de la astrología y, según Stasz, contribuyó a elevar la disciplina de la charlatanería hacia un enfoque más riguroso.
Lo curioso es que Jack London no tuvo conocimiento de esta supuesta paternidad de Chaney hasta su adultez. Fue en 1897 cuando London se decidió a escribir a Chaney y recibió una carta sorprendente como respuesta. En ella, Chaney afirmaba categóricamente que nunca había contraído matrimonio con Flora Wellman, la madre de Jack, y que durante el tiempo que vivieron juntos era "impotente". Por lo tanto, según Chaney, no podía ser el padre de Jack London.
La legalidad del matrimonio de Flora Wellman y William Chaney es un misterio sin resolver, complicado aún más por la destrucción de la mayoría de los documentos civiles de San Francisco durante el terremoto de 1906. Como resultado, no se puede afirmar con certeza cuál fue el nombre que figuraba en el certificado de nacimiento de Jack London. Sin embargo, Stasz destaca que en las memorias de Chaney, él se refiere a Flora Wellman como su "esposa". Además, señala un anuncio en el cual Flora se autodenomina Florence Wellman Chaney.
En definitiva, la vida y el origen de Jack London continúan siendo un enigma en parte debido a la falta de documentación clara y a las distintas perspectivas sobre su paternidad. Aunque la verdad sobre su padre biológico pueda permanecer sin esclarecerse por completo, lo que queda innegable es el legado literario que Jack London dejó en el mundo de la literatura, un legado que sigue inspirando a generaciones de lectores y exploradores de la naturaleza.