El universo literario de Mike Wilson, escritor estadounidense-argentino afincado en Chile, se teje con hilos de diversidad, exploración y una profunda conexión con la periferia de las historias y las emociones humanas. A través de una carrera marcada por cambios y desafíos, Wilson ha dejado una impronta única en la literatura contemporánea, desafiando las convenciones narrativas y explorando territorios poco convencionales.
Nacido en San Luis, Misuri, en 1974, Wilson trascendió las fronteras geográficas y literarias desde sus primeros pasos. Aunque su lugar de nacimiento fue Estados Unidos, gran parte de su infancia y adolescencia se desenvolvió en tierras sudamericanas. A la edad de tres años, llegó a Chile acompañado de su padre estadounidense y su madre argentina. A los siete años, la familia se trasladó a Asunción, Paraguay, y finalmente estableció su hogar en Buenos Aires, Argentina. En este último lugar, Wilson forjó sus años de formación y completó su educación secundaria.
No obstante, los caminos de la vida llevaron a la familia de Wilson de regreso a Estados Unidos debido a que su padre incursionó en la diplomacia durante la presidencia de Jimmy Carter. Wilson, en su búsqueda de conocimiento y expresión, se matriculó en la Universidad de Cornell, Nueva York, donde se sumergió en el estudio de la literatura hispánica y donde estableció una fructífera relación con el destacado escritor Edmundo Paz Soldán.
A pesar de su travesía en tierras estadounidenses, la llamada de Chile resonó en Wilson, y en 2005 regresó a este país después de completar su doctorado. Tomó las riendas como profesor de literatura inglesa en la Universidad Católica y desde entonces ha encontrado en Chile un hogar literario y un espacio donde sus ideas y exploraciones creativas pueden florecer.
La primera incursión literaria significativa de Wilson se materializó en 2008 con la publicación de "El púgil". En esta obra, las influencias se entretejen, abarcando desde la vida y obra de Roberto Arlt hasta la estética de "Blade Runner", un collage literario que refleja la amplitud de sus influencias creativas. En 2009, lanzó "Zombie", una narrativa intensa que retrata a adolescentes sobrevivientes en un mundo devastado, reflejando una cruda exploración de la humanidad en condiciones extremas.
La relación entre Wilson y la literatura latinoamericana contemporánea es una danza constante entre la periferia y el centro, entre la quietud aparente y la violencia contenida. A través de obras como "Rockabilly" (2011), Wilson lleva a los lectores a viajes aterradoramente reveladores en los rincones olvidados de las grandes urbes estadounidenses.
"Leñador" (2013), su quinta novela, marca un giro en su estilo. Wilson desafía las convenciones narrativas y explora la posibilidad de escribir sin narrar, sumergiendo a los lectores en una experiencia literaria única. Este cambio también se reflejó en su decisión de publicar con un sello chileno más pequeño, Orjikh, mostrando una vez más su rechazo al bullicio del establishment literario.
A medida que avanzó su carrera, Wilson continuó explorando nuevas formas literarias, desde "Wittgenstein y el sentido tácito de las cosas" (2014) hasta "Ártico: una lista" (2017), una novela en verso que desafía las expectativas convencionales.
En su trayectoria literaria, Wilson ha roto barreras y desafiado normas, construyendo un puente entre culturas y narrativas. A través de sus obras, se presenta como un creador inquieto y desafiante que desafía constantemente los límites de la literatura y lleva a los lectores a lugares inexplorados. En su constante búsqueda de expresión auténtica, Mike Wilson sigue siendo un faro de originalidad y coraje en el panorama literario contemporáneo.