Shaun Tan, nacido en Perth, Australia, en 1974, se ha erigido como una de las voces más originales e interesantes en el fascinante mundo del libro ilustrado. Su ascendencia multicultural, con un padre chino y una madre australiana, le otorga una perspectiva única que se refleja en su obra. Criado en un tranquilo barrio residencial, desde temprana edad mostró un apasionado interés por el dibujo, una pasión que casi se ve opacada cuando, al finalizar la educación secundaria, contempló la idea de iniciar una carrera en el campo de las ciencias. Afortunadamente, el llamado del arte y la escritura resultó ser más fuerte, y Shaun finalmente se graduó en Bellas Artes y Literatura Inglesa en la Universidad de Western Australia.
Un Viaje desde lo Cotidiano a lo Surreal
Durante sus años de estudio, Shaun exploró su destreza artística realizando ilustraciones para fanzines, periódicos, cubiertas de libros y carteles, lo que le proporcionó una invaluable formación técnica. Tras completar su educación universitaria, decidió adentrarse en el mundo de la literatura infantil y juvenil, colaborando en sus primeros álbumes con el escritor Gary Crew. Esta experiencia no solo marcó su incursión en la literatura, sino que también le ayudó a romper el prejuicio de que este tipo de libros estaban destinados únicamente a niños. Desde entonces, Shaun Tan se ha distinguido por su creación de libros ilustrados que exploran aspectos sociales, políticos e históricos de manera surreal, como si fueran extraídos de la imaginación de un niño.
Entre sus obras más famosas destacan "Los Conejos", "El Árbol Rojo", "Reglas del verano" y la galardonada novela gráfica "The Arrival", caracterizada por su ausencia total de palabras. Estas obras, junto con muchas otras, han sido traducidas y disfrutadas por lectores de todas las edades en todo el mundo.
Pero el talento creativo de Shaun Tan no se limita a las páginas de los libros. Ha desempeñado roles significativos como diseñador de teatro y artista de concepto en películas animadas, como ejemplifica su contribución a "WALL·E". Además, Shaun incursionó con éxito en la dirección cinematográfica con la película "La cosa perdida" (2011), la cual le valió el prestigioso Premio Astrid Lindgren por su contribución a la literatura internacional, especialmente en el ámbito infantil.
En 2011, Shaun Tan recibió el codiciado Premio Memorial Astrid Lindgren y también se destacó en el mundo del cine al obtener el Premio Óscar al mejor cortometraje animado por la adaptación de su obra "La cosa perdida" (The Lost Thing). Su versatilidad y habilidad para contar historias a través de imágenes lo han llevado a formar parte del equipo creativo de películas emblemáticas como "The Avengers: Infinity War" y "The Avengers: Endgame".